De qué tratan las finanzas corporativas

finanzas corporativas

Contenido

Por: Melany Barillas

Finanzas y finanzas corporativas

Generalmente al citar la palabra “finanzas” es seguro asociarla con el manejo del dinero, y nos surgen preguntas de ¿cómo obtenerlo?, ¿cuál debe ser su adecuado uso?, ¿qué opción de inversiones tengo?, pero sobre todo de ¿cómo lograr que el dinero genere el mayor rendimiento disponible?, sin asumir riesgos de pérdida o asumir el menor posible.

Considerando que toda actividad u operación que se realiza, involucra la inversión de recursos financieros, sea dinero efectivo, equivalentes de efectivo, activos muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, es muy importante dedicar el pensamiento para el adecuado manejo de las finanzas, tanto a nivel personal como corporativo, en todo caso, la pretensión común es que las finanzas sean saludables y sostenibles, proveyendo de una estabilidad financiera que además, contribuya a la estabilidad emocional del individuo responsable de su administración.

Según Fernando Rodríguez Aranday, autor del libro Finanzas Corporativas: una propuesta metodológica, las finanzas corporativas se enfocan en examinar todo lo referente a la obtención y administración de los recursos financieros, tanto de origen interno como externo y otros activos de la empresa. Por lo tanto, se refieren a las circunstancias y el momento en que se obtiene el capital, así como a cómo se utiliza y a los cargos de intereses y pagos que se asocian a las transacciones monetarias.

Finanzas corporativas en la gestión

La gestión de las finanzas corporativas tiene como objetivo generar la rentabilidad de los recursos disponibles o de su capital contable, donde tal rentabilidad satisfaga las expectativas del inversionista, basada en la selección de la mejor alternativa ante diversas opciones de inversión.

A su vez, las finanzas corporativas, buscan lograr que las finanzas sean saludables, es decir, suficientes y sin problema, para cubrir las necesidades inmediatas y de corto plazo, bajo una planificación adecuada, siendo las necesidades primarias: aseguramiento de la operatividad y funcionamiento de la empresa; la calidad de los servicios o productos que ofrecen y que los beneficios o resultados sean sostenibles en el tiempo con una tendencia de crecimiento.

Los resultados contables positivos de una empresa, reflejados como utilidad, no son suficiente para garantizar que tal empresa, se le caracterice como financieramente saludable.

El Estado de Resultados deriva del cálculo de los ingresos, menos los costos y gastos, para finalmente determinar si existe utilidad o pérdida, la base de registro de las operaciones utilizada conforme a la Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) es la denominada por “devengo”, donde los ingresos están registrados aunque el cliente no haya pagado y los costos y gastos están registrados ante el compromiso de pago, en tal sentido, es posible, obtener resultados contables positivos, pero financieramente no tener la disponibilidad de “Efectivo”, para el funcionamiento de la empresa, por supuesto, que ambos indicadores financieros son importantes y deben analizarse conjuntamente.

Las finanzas corporativas saludables tienen que ver con un flujo de efectivo positivo, es decir, donde los ingresos son suficientes para cubrir los egresos de un periodo y de forma consistente, sin generar estrés financiero, proporcionando de recursos adicionales para aprovechar oportunidades de inversión, mantener la investigación y desarrollo de nuevos productos o servicios, crear portafolio de nuevas inversiones, realizar mejoras a los procesos, infraestructura física y tecnología, entre otros.

Seguramente lograr unas finanzas saludables, es el reflejo del esfuerzo, seguimiento y el cumplimiento de las metas trazadas desde los planes operativos hasta los estratégicos.

Alcanzar finanzas corporativas saludables, requiere de la aplicación de técnicas y herramientas que tracen la ruta para su consecución. A continuación, algunas sugerencias útiles:

Planeación y definición de metas financieras

Un elemento central es establecer las metas financieras que se pretenden alcanzar. El proceso de planeación requiere de la inversión de tiempo, el que sea necesario y suficiente para diseñar una planeación estratégica, que tenga la claridad de los logros a corto, mediano y largo plazo, que sean medibles, retadores y alcanzables, donde sus protagonistas estén convencidos sobre el camino a seguir.

En ocasiones, las empresas asignan menor tiempo e involucramiento, al que demanda la planeación financiera, puesto que es el resultado valorizado de las actividades o planes operativos planificados. Los instrumentos finales o evidencias de la planeación financiera son: estados financieros proforma, presupuestos, estados de flujo de efectivo proyectado y otros similares, útiles para dar seguimiento y ser el faro guía de los resultados.

Algunos aspectos importantes que se pueden considerar al diseñar metas financieras se detallan a continuación:

  • Rentabilidad sobre ventas
  • Crecimiento en ventas
  • Incremento del patrimonio de la empresa
  • Aumento del valor de los activos
  • Mejora de los indicadores de solvencia y liquidez de la empresa.
  • Disminución de los índices de endeudamiento
  • Liberación de activos ociosos
  • Renovación del equipamiento de la planta industrial, entre otros.

Al diseñar metas e indicadores, es valioso que se incluyan los porcentajes de cumplimiento, valores monetarios, plazos y responsables.

Seguimiento del flujo de efectivo

Según la NIIF para PYMES un estado de flujo de efectivo “proporciona información sobre los cambios en el efectivo y equivalentes de efectivo de la entidad durante el periodo sobre el que se informa, mostrando por separado los cambios según procedan de actividades de operación, actividades de inversión y actividades de financiación.”

Este es un estado financiero de operaciones ya realizadas, registras y auditadas, en el negocio en marcha, el seguimiento al flujo de efectivo sucede al ritmo del negocio, a través de un estado más operativo como un estado de flujo de caja, su construcción exige un amplio conocimiento de las actividades presente y futuras, que contribuyan a la acertada programación de los eventos que afectarán el flujo del efectivo de la entidad y tomar las decisiones necesarias de forma oportuna.

Dentro de los eventos que se siguen en el día a día para la gestión del flujo de efectivo podemos citar:

  • Ventas al crédito y contado
  • Recuperación de cuentas por cobrar
  • Vencimiento de títulos valores o depósitos de inversión
  • Ingresos por nueva contratación de prestamos
  • Pago a proveedores y acreedores
  • Pago de préstamos bancarios y deuda
  • Pago de dividendos
  • Operaciones de inversión

El éxito de una acertada proyección de flujo de efectivo, lo concede el amplio conocimiento que se posea del negocio, los procesos y los datos históricos contables, promoviendo la adecuada gestión del riesgo de liquidez y responder honrosamente las obligaciones financieras presentes y futuras, sin que afecte el funcionamiento de la empresa.

El conocimiento de las necesidades o excedentes de flujo de efectivo constituyen la base para la definición de la adecuada política de inversión.

Indicadores y monitoreo de resultados

Así como la contabilidad, herramienta de control a la que llamamos “el lenguaje de los negocios”, es de aceptación general, los indicadores financieros son utilizados para el análisis de la información financiera, como instrumentos para el monitoreo y seguimiento de los resultados financieros.

Los indicadores financieros son la combinación de variables o partidas contables predeterminado para expresar en porcentaje, en valores absolutos o número de veces la situación en un momento o periodo determinado.

La medición por medio de indicadores abarca asuntos de liquidez y solvencia, endeudamiento, rentabilidad, apalancamiento, rotación de inventarios, rotación de cuentas por cobrar, entre otros.

El monitoreo de resultados financieros esperados o planificados, es indispensable para garantizar su cumplimiento, este seguimiento sistemático se enfoca sobre las actividades o pequeñas metas para que se realicen de acuerdo con los planes, también identifica las oportunidades de mejora al proceso, que pueden dificultar la eficacia y eficiencia, consecuentemente aporta acciones correctivas y preventivas de forma oportuna, antes de llegar al límite de los plazos de los periodos en revisión.

Por último, enfatizamos que las finanzas corporativas merecen una especial atención por los líderes, propietarios y administradores de la empresa, de manera permanente y sistemática, apoyándose en herramientas de control, que generan información financiera y los resultados de indicadores, para la oportuna toma de decisiones.

De qué tratan las finanzas corporativas: resumiendo

Como conclusión y resumen, las finanzas corporativas se enfocan en la obtención y administración de recursos financieros y activos, tanto internos como externos, de una empresa. Su gestión tiene como objetivo generar rentabilidad de los recursos disponibles y mantener una estabilidad financiera a corto y largo plazo. Es importante destacar que una empresa puede presentar resultados contables positivos pero no contar con flujo de efectivo suficiente, lo que no se reflejará en los registros contables. Para lograr unas finanzas corporativas saludables, es necesario establecer metas financieras claras y realizables, involucrando tiempo suficiente en el proceso de planeación estratégica y en la definición de instrumentos de seguimiento de resultados. La consecución de unas finanzas saludables es el resultado de un esfuerzo constante, seguimiento y cumplimiento de metas trazadas desde los planes operativos hasta los estratégicos.

Compartir

Blogs Recomendados

El Control Interno, su importancia en el buen desempeño de las finanzas corporativas

Introducción Las empresas requieren de una base fundamental de control interno, que les apoye en…